Estrella y Raimundo

Qué la edad en compañía es otra cosa,
lejos ya la juventud vistosa,
etapa de la vida más hermosa,
regalo del cielo, la gloriosa,
unión en senectud acaecida.

El paseo vespertino de la mano
como jóven pareja, enamorados.
La compra en la mañana siempre juntos,
pidiendo la vez unificados.

Sana envidia de vecinos
que os quieren,
llegar a vuestra meta, que alcanzada,
no por achaques, menos valorada,
que a los noventa la queja es para nada.

Los muebles en orden todavía,
en vuestras mentes cálidas o frías,
cuando la experiencia manda cada hora,
el afronte del paso de los días.

Renglones de amor en la misiva,
estrofas, afecto de sobrino
que expresa con versos el cariño,
profesado a sus tíos desde niño,
metido en los sesenta sin complejos,
buscando en vosotros referencia,
por encima de razones y creencias,
de la felicidad encontrada en la conciencia.

Sevilla a tres de Julio de 2018
Manuel Alfonso Consuegra
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